Lo hemos visto con más camisetas de equipos de la Liga MX que al Loco Abreu, pero esta temporada, el boxeador Saúl Canelo Álvarez está a muerte con el Atlas y para hacerlo más evidente fue a la ida de la Gran Final ante Pachuca.
La transmisión de televisión no dejó de enfocar al campeón mexicano, pues lució orgulloso su camiseta del Atlas, entallada para mostrar su bien trabajada musculatura y unas gafas oscuras pues el brillo del Jalisco parece ser molesto a los ojos de uno de los cinco deportistas mejor pagados del mundo que disfrutó el juego en uno de los palcos del estadio.
El Atlas hizo su parte en la cancha, el equipo anotó, sufrió y volvió a anotar, ¡a lo Atlas! como le gusta a la gente que ha hecho del Estadio Jalisco una plaza muy complicada de librar sobre todo en liguilla.
“Nunca le he ido a un equipo, ahora soy de Atlas 100 por ciento”, dijo el boxeador al llegar al inmueble.
El ambiente, el cariño de la afición y el buen momento del campeón rojinegro hace que entre campeones se entiendan y el Canelo, villamelón como lo ha sido en torno a su afición al futbol, se atrevió a declarar que antes no le iba a nadie pero ahora es del Atlas.
Y luego no quiere que sus propios aficionados le ‘volteen la bandera’, el Canelo ha sido políticamente correcto en su relación al futbol, pero en un país tan apasionado a sus equipos como lo es México, es imperdonable no tener un favorito y peor aún, andar saltando de equipo en equipo a conveniencia del momento.
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