Color: Ni la lluvia los pudo parar, CU rugió en fría noche de final

Una atmósfera especial envuelve al hincha de Pumas cuando su equipo juega una final, aquí el color de la ida de la final de Concachampions

Una atmósfera especial envuelve al hincha de Pumas cuando su equipo juega una final. No pasa muy seguido, así que el aficionado auriazul lo valora, atesora el momento, quiere exprimirlo al máximo.

Faltan muchas horas para el silbatazo inicial y ya hay pequeños aficionados en el estacionamiento sosteniendo carteles que dicen “¡Es mi primera final Vamos Pumas!” mientras sus padres capturan el momento con las cámaras de sus celulares.

Y es que a pesar de que en el Guard1anes 2020 Pumas jugó y perdió una final ante León por la Liga MX, la pandemia hacía estragos en una ciudad muy golpeada por el covid-19 y las puertas del Olímpico Universitario permanecieron cerradas para ese encuentro, por lo que el hincha de Pumas no veía a su equipo en un duelo decisivo desde aquel 13 de diciembre de 2015 cuando cayeron ante Tigres en una dramática serie que se definió en penales.

Pumas termina sequía de finales

Tuvieron que pasar siete años para que la afición de Pumas saboreara de nuevo las mieles de una final, con todo el drama, nerviosismo, alegría y majestuosidad que ello representa, sobre todo si es una final internacional. No es cosa de todos los días.

El anuncio oficial era que las puertas se abrirían tres horas antes del silbatazo inicial, pero un tormenta de dimensiones dantescas retrasó el ingreso de los hinchas que prefirieron resguardarse sobre los techos que hay en las afueras del estadio, por lo que al momento que la lluvia cedió un poco, los tumultos en las puertas fueron enormes y las filas gigantes.

Ni la tormenta detiene a la gente de Pumas

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La lluvia, ahora también de fuegos artificiales, acompañó la salida de los finalistas. Una multitud de aficionados eufóricos en la tribuna le hacían sentir al rival el peso de la afición felina, esa que es muy intensa los 90 minutos y respalda siempre el trabajo de su equipo.

Pero algo le pasó a los Pumas anoche que no fueron el equipo que nos habían acostumbrado esta Concachampions, muchas imprecisiones en la construcción de juego, pases fallados, el nerviosismo que traicionó a los futbolistas durante todo el partido y le gente, de pie, estoica bajo la tormenta, en las buenas y las malas con sus amados Pumas.

Una triple emoción con el primer penal de la noche sobre Juan Ignacio Dinenno. El comandante primero hizo ilusionar a sus aficionados con un penal dentro del área, pero inmediatamente después provocó una emoción terrible al ver el balón dirigirse hacia afuera de la portería. El VAR que da y quita le dio una segunda oportunidad y esta vez el goleador del torneo no falló y CU explotó como un volcán en erupción.

La tormenta terminó por caer sobre Pumas

Tras muchas horas de tormenta, esta finalmente cedió para la segunda mitad y esa afición que comenzaba a secarse, para calentarse cantó más fuerte, haciendo del Olímpico Universitario una sucursal de cualquier capital mundial del futbol, un ambiente digno de un documental que si Gianni Infantino hubiera asistido a CU y no hubiera dejado plantada a la Concacaf, se hubiera maravillado con el canto ensordecedor de la afición de Pumas, sobre todo cuando Juan Ignacio Dinenno, volvió a hacer rugir a su gente con el 2-0.

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El mal juego de Pumas parecía opacado por la contundencia del delantero argentino que remató de cabeza de forma letal un gran servicio del juvenil Jesús Rivas de 19 años que tuvo que suplir a Alan Mozo que se lesionó de manera fuerte, teniendo que dejar el partido y posiblemente la serie.

Nuevamente la cancha de Ciudad Universitaria ardía de pasión por Pumas, la ventaja de dos goles parecía ser definitiva pero los errores mentales envolvieron a un equipo que cometió el error de cuidar su ventaja en lugar de buscar incrementarla.

Pumas se auto flageló

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A Andrés Lillini no le salieron los cambios, Sebastián Saucedo entró a regalar un penal con una clara mano en el área para el primer gol de Nicolás Lodeiro. El uruguayo terminó siendo el villano de la noche en Ciudad Universitaria al convertir de nueva cuenta otro penal en tiempo de compensación tras una falta absurda de Efraín Velarde.

El 2-2 llenó de impotencia a los jugadores de Pumas que lejos de aceptar su mal desempeño, fueron a encarar a los jugadores del Seattle Sounders que tuvieron su mérito de resistir la altura de la Ciudad de México y quitarle a Pumas la pelota en su propia cancha con una posesión mayor para los de la MLS.

Pumas tiene una hinchada de primer nivel

¡Cómo no te voy a querer! Dice el canto de La Rebel que acompaña los minutos finales de los duelos de Pumas, esta vez con una lluvia de lámparas en la tribuna que hicieron más dramático el final del primer capítulo de una historia que queda como empezó, nada para nadie.

Y como si nada hubiera pasado, el aficionado de Pumas salió del estadio confundido, pero confiando en la posibilidad de traer la copa a casa, los minutos finales fueron como un nocaut del que no se pudieron reponer, pero la batalla no está perdida y aún quedan 90 minutos para el llamado ‘Rey de las Remontadas’.

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¡Todo para la vuelta! Pumas se deja empatar y definen en Seattle

Todo quedó para la vuelta, nada está definido y Pumas tendrá que ser mejor de lo que hizo en CU para poder salir campeón de Concacaf

¡Una tormenta de emociones anoche en Ciudad Universitaria! en el empate a 2-2 entre Pumas y Seattle Sounders por la ida de la final de la Liga de Campeones de Concacaf.

El escenario ideal para una final con un lleno impresionante y una afición auriazul que se aguantó una tormenta que comenzó horas antes del inicio del partido y se extendió hasta el medio tiempo.

Pumas respondió a la exigencia de su gente y se fue al frente con el regreso de su goleador, Juan Ignacio Dinenno que marcó en dos ocasiones, primero por la vía del penal y posteriormente en un cabezazo certero que ponía el 2-0 en el marcador y la ilusión al máximo en CU.

Pero fueron los propios Pumas los que arruinaron su noche de fiesta, muchas imprecisiones, pases fallados, cambios de juego interceptados y una cadena de errores hasta en los cambios, pues fue precisamente Sebastián Saucedo que ingresó de cambio el que cometió una mano dentro del área que el VAR sancionó como penal y Nicolás Lodeiro convirtió para Seattle descontando cerca del final.

Una vez más en tiempo de compensación otro error en la defensa que el VAR revisó y un nuevo penal para Lodeiro le dio la oportunidad a Seattle de llevarse un empate con sabor a victoria al conseguirlo de último momento en un estadio ajeno y con un ambiente totalmente volcado en su contra, no por nada el uruguayo corrió a gritarle el gol a la porra de Pumas que no dejó un solo minuto de alentar a su equipo.

Todo quedó para la vuelta, nada está definido y Pumas tendrá que ser mejor de lo que hizo en CU para poder salir campeón de Concacaf de lo contrario será el equipo mexicano que perdió la racha de triunfos consecutivos de la Liga MX en la Concachampions.

 

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Cuando un hincha vuelve a casa, Pumas abrió las puertas de CU

Sentimientos y emociones al máximo, así fue el reencuentro de Pumas con su afición en Ciudad Universitaria casi 600 días después

Casi 600 días tuvieron que pasar para que la afición de Pumas pudiera volver a festejar un gol en casa. Ciudad Universitaria abrió sus puertas al público, el último estadio en hacerlo en México .

Aquel 6 de marzo del 2020, ante América, fue la última vez que los aficionados pudieron asistir a CU de manera normal, antes de la pandemia. Ayer hubo reencuentro entre Pumas y su gente, aunque muchos de ellos no libraron la batalla ante el covid.

Regresar a CU era el sueño de muchos hinchas, algunos habían podido seguir al equipo a plazas como Toluca, Puebla, Aguascalientes, Mazatlán y hasta Estados Unidos, pero nada como sentirte en casa, alentar al equipo en la grada de siempre, rodeado de las mismas personas con las que se ha sufrido, llorado, festejado y agradecido.

La vuelta no pudo ser más especial, como si se tratara del primer partido, los hinchas se despertaron temprano para acudir a una misa de 12 del día que hacía más de un año que no se oficiaba.

El reencuentro de amigos en los estacionamientos del estadio, el recuerdo de los que ya no están y la alegría de pisar nuevamente CU. Se volvió a ver a la policía hacer sus operativos de seguridad con las fracciones de la barra que llegan a CU con sus autobuses de trasporte público, con las banderas a los costados y la gente cantando por la alegría de regresar a casa.

© Sipa USA

Nuevas medidas protocolarias hicieron lento el acceso, había que colocarse gel en las manos, así que los hinchas fueron pacientes, respetaron la fila, se colocaron gel y entraron a casa, esa que han defendido ante propios y extraños, un lugar donde convergen muchas mentes, pero con almas afines a unos colores, a un sentimiento llamado Pumas.

Hasta a la policía parecía darle gusto el regreso de la gente al estadio, risas y bromas a los aficionados que iban revisando uno a uno para evitar objetos peligrosos en la grada hicieron mucho más cordial la bienvenida al estadio.

Ya adentro, parecía que el tiempo se había detenido, las mismas bromas, las mismas risas, los mismos vendedores de cerveza, esos que ya son tan amigos de los hinchas que en ocasiones hasta les fían la cerveza con la promesa de liquidar la cuenta al siguiente partido, así es Pumas.

No hubo instrumentos ni tambores en la tribuna, las medidas de sanidad lo impiden, pero aún así la gente se las arregló para alentar al equipo, cantar al compás de las palmas, que el equipo sintiera el cobijo de su afición y funcionó.

© Sipa USA

El empuje de la grada y las ganas de conseguir el triunfo, permitió que Washington Corozo, uno de los refuerzos llegados a Pumas esta campaña, se estrenara de manera soñada en Ciudad Universitaria con un tanto en tiempo de compensación que hizo llorar a más de uno en la tribuna, las emociones al máximo, había sido muy larga y dolorosa la espera.

Pumas se reencontró con su afición y no pudo hacerlo de la mejor manera, con un triunfo que le permite soñar con el repechaje, pero sobre todo, le permite a los hinchas vivir de nuevo, pues una parte de ellos se quedó muchos meses detenida, presa en un estadio vacío, encerrada en la cuarentena de la tribuna sin gente. Volvieron a casa y fueron felices en el lugar al que nunca han dejado de asistir.

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