La crisis en Cruz Azul es evidente y la goleada de 7-0 del América lo confirmó dejando muy molesta a la afición que ya escarba entre los escombros para señalar a los responsables.
La afición tiene en la mira a dos jugadores, Julio Domínguez y Rafael Baca quienes son los señalados de no rendir al máximo, además del portero Sebastián Jurado quien perdería la titularidad por recibir tantos goles en contra.
Pero ya se está dejando ver tratos por debajo de la mesa a nivel directivo que sin duda afectaron a la creación del equipo pues se buscaron intereses personales y no colectivos en beneficio de la institución.
Jaime Ordiales, director de selecciones nacionales desde el pasado 1 de agosto, fue promovido al cargo en la Federación tras realizar acuerdos con el América para no interferir en las negociaciones por Cabecita Rodríguez.
Según un reporte del periodista Javier Alarcón, Cabecita Rodríguez buscaba regresar a a máquina cementera tras su paso por el futbol árabe, sin embargo el bloqueo a nivel representantes que tiene el América, lo ha obligado a buscar refuerzos fuera del mercado sudamericano y Jonathan Rodríguez era una de las opciones elegibles para los azulcremas.
Una llamada de Santiago Baños a Jaime Ordiales durante el mercado de pases puso fin a las intenciones de Víctor Velázquez de repatriar a Cabecita asegurando que no era una buena opción, pero por otro lado recibió la promesa del América, que sabemos controlan la selección mexicana, de ser el sucesor de Gerardo Torrado si ayudaba a completar el trato, algo que finalmente sucedió.
El cochinero a nivel directivo es evidente en Cruz Azul que destruyó un equipo campeón en tiempo récord recordando que fue esta directiva la que finalmente terminó con los años de sequía.
[lawrence-auto-related count=4]