Cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. Dicho popular que hoy representa a las Águilas del América que han pasado de ser el equipo oficialista a ser el rebelde de la Liga MX.
¿La causa? Según diversas fuentes los cuatro principales promotores de futbolistas del futbol mexicano: Carlos Hurtado, Guillermo Lara, Christian Bragarnick y Greg Taylor tienen vetado al América ya que en la época que Yon de Luisa era su presidente hizo unas declaraciones asegurando que los promotores son un mal del futbol actual.
Y tiene mucha razón, sin embargo tuvo sus consecuencias y desde enero del 2020 hay un acuerdo entre promotores para no venderle al América ningún jugador del mercado sudamericano, forzando a comprar en el mercado local, el de Europa y Asia como sucedió con Cabecita Rodríguez.
El rebelde del futbol mexicano
La situación parece injusta y muy poco práctica, pues el veto durará al menos la siguiente temporada y podría extenderse cuanto sea necesario. No han sido contratados jugadores en el nido provenientes del mercado sudamericano desde enero del 2020 con la llegada del central uruguayo Sebastián Cáceres.
Suena ilógico que uno de los equipos más poderosos de México y sin duda el de mayor renombre a nivel mundial, tenga la limitante de no importar futbolistas de Sudamérica, pues sus más grandes glorias las hicieron con ayuda de estos futbolistas, sin esta relación de negocios por décadas las Águilas no habrían tenido a un Carlos Reynoso, Chucho Benítez o un Salvador Cabañas.
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Pero la lucha del América en estos tiempos no solo es por ganar partidos en la Liga MX, también contra el sistema pues ahora tendrán que echar mano de otros recursos para mantener la grandeza del equipo intacta. Es decir, trabajo en fuerzas básicas, darle oportunidad a los jóvenes, demostrar que los promotores son un cáncer en el futbol mexicano y cambiar la imagen que tienen de un equipo comprador a un equipo formador.
El reto está sobre la mesa, excelentes futbolistas canteranos han surgido del nido de Coapa, Cuauhtémoc Blanco el más grande de todos, pero no olvidemos que hay talento en las filas juveniles americanistas en busca de una oportunidad que en otros tiempos era tapada por un extranjero.
En tiempos recientes el América es tal vez el principal exportador de futbolistas a Europa con Raúl Jiménez, Edson Álvarez y Diego Lainez surgidos de las inferiores azulcremas.
Un club con la infraestructura y economía como el América puede lograr grandes cambios si se lo propone, con repercusiones internacionales por qué no, devolverle el protagonismo del futbol a los futbolistas y el poder de los equipos a los directivos. Si la apuesta es buena, la semilla del cambio se estaría sembrando en muy buena tierra.
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