Comenzó la Eurocopa 2020, postergada un año por la pandemia, pero con público en las gradas, que sin duda son un factor muy especial.
Italia y Turquía fueron los encargados de abrir el telón de la fiesta de futbol del verano en un partido donde la azzurra se mostró muy dominante y venció de forma categórica 3-0 al equipo turco que evidenció pocos argumentos.
Un primer tiempo para el olvido de no ser por una jugada polémica en el área de Turquía, una mano que no fue sancionada como penal, ni con la ayuda del VAR que estará presente en toda la Euro.
La segunda mitad fue muy diferente, un autogol de Turquía abrió la puerta a la goleada histórica pues Italia nunca había marcado más de dos goles en un partido de Eurocopa.
El catenaccio se acabó, la nueva camada de italianos es arriesgada, propositiva, pisa el área constantemente y les gusta jugar por el centro, con paredes, buscando espacios.
El mensaje es contundente, quien piense que Italia está muerta luego del vergonzoso pasado reciente, está equivocado, estos jugadores tienen sangre, garra y mucho futbol en los pies.
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