Keylor Navas es tal vez el portero más importante del continente americano tras ganarlo todo con el Real Madrid. En total fueron 12 títulos conseguidos con los merengues entre los que se encuentran tres Champions League.
Pero a pesar de ser un hombre de trabajo, de sacrificio, de esfuerzo, para Keylor Navas su éxito es obra de Dios y es a él a quien se debe y a quien le habla cada partido antes del comienzo con un pequeño rezo con el portero arrodillado debajo de los tres palos, su hogar.
La historia del tico es retratada en ‘Keylor Navas. Hombre de fe’ una interesante biopelícula sobre la vida del portero desde sus orígenes en el pequeño poblado de Pérez Zeledón en Costa Rica hasta su último partido con el Real Madrid.
La fe su gran compañera
Desde pequeño, Keylor Navas fue reclutado por el Saprissa, una oportunidad imperdible para un humilde joven criado mayormente por sus abuelos tras la migración de su padre a Estados Unidos siendo él un niño.
Los miedos e incertidumbres de cualquier joven que deja su hogar para perseguir un sueño llamado futbol, le pasan a casi todos los futbolistas, pero hay factores determinantes en el futuro de los mismos y es ahí donde la mentalidad sale a flote y en el caso de Keylor fue abrazado de su fe.
Fue la fe la que le dio fortaleza para no extrañar su hogar y adaptarse a San José, fue la fe la que le permitió no rendirse y seguir trabajando a pesar de ser un joven que creció tarde, pues sus compañeros solían aventajarle por varios centímetros de altura.
Y gracias a su apego a Dios, el portero logró consagrarse en Saprissa, ganar seis ligas y una CONCACAF a los Pumas de la UNAM en 2005.
El portero de Dios
Su salto de Costa Rica a España fue desde abajo, básicamente el portero tico llegó al Albacete de la segunda división, tuvo un gran año y eso le abrió las puertas de LaLiga con el Levante donde en su tercer temporada ya siendo titular demostró de lo que está hecho y llamó la atención de los grandes de Europa.
Si alguien tenía dudas de las capacidades del arquero, bastó ver a la Selección de Costa Rica en el Mundial de Brasil 2014 para confirmar el nivel de Keylor Navas, la valentía, los reflejos y el liderazgo en una participación histórica de los ticos que culminó en el quinto partido.
Costa Rica compartió grupo con Uruguay y les ganó 3-1 en el debut, el gol charrúa sería el único recibido por Keylor en toda la primera fase, pues después vencieron a Italia 1-0 confirmando la sorpresa del mundial y luego empataron con Inglaterra 0-0.
Los ticos avanzaron primeros de grupo con Uruguay dejando fuera a Italia e Inglaterra, y en octavos de final se enfrentaron a Grecia. 1-1 terminó el partido y Keylor recibió su segundo y último gol de aquel maravilloso mundial.
Costa Rica avanzó en penales, se enfrentó a Holanda en cuartos de final, empataron 0-0 en los 90 minutos y alargue y fue en la tanda de penales que quedaron fuera en la que es la mejor participación de Costa Rica en los mundiales. Keylor se llevó el guante de oro de aquella competición y fue el arquero menos goleado del campeonato.
Fe que da títulos
Su salto al Real Madrid fue todo lo que el tico esperaba, la misma fortaleza mental y física mostrada desde sus orígenes, lo acompañaron en las cinco temporadas que defendió el arco merengue.
Si Dios cambia nuestros planes es porque algo va a mejorar. Deseando comenzar un nuevo camino y hacer historia en PSG
Lorsque Dieu change nos projets, c'est que quelque chose va s'améliorer. J’ai hâte de commencer un nouveau chemin et de faire histoire dans le PSG #ICICESTPARIS pic.twitter.com/GhH6hnFO3N— Keylor Navas (@NavasKeylor) September 2, 2019
Nunca ha dudado de su catolicismo, lo presume con orgullo, sabe la fuerza interior que los hombres de fe encuentran y en su caso le ha llevado poco a poco librando batallas hasta encontrar la gloria y ahora nuevos retos con el Paris Saint-Germain.
Me arrodillo para poner todo en manos de nuestro Señor. Siempre le rogué que me diera la oportunidad de poder llegar a arrodillarme en estadios grandes y que todos pudieran ver que en ese campo había un hombre de fe. Dios me ha dado la oportunidad de cumplirlo y reverenciarle todos estos años. Por eso no le pido que no me metan goles… sino que le ofrezco cada partido. También hago una pequeña oración para hacer un partido digno y coherente, como todo lo que intento abordar en el día a día”, comentó Keylor Navas a Vida Nueva.
Sereno, estable, concentrado, un hombre que parece sentirse cómodo bajo los tres palos, su hábitat natural. Es ahí donde el ‘portero de Dios’ ha escrito su nombre con letras doradas en el futbol tico y mundial.
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