La MLB se dirige a una huelga porque ni los dueños ni los jugadores logran ponerse de acuerdo en cómo repartir todo el dinero que generan, pero los Oakland A’s están muy bien posicionados para ganar en su división a pesar de no haber gastado un solo dólar para adquirir jugadores nuevos en la postemporada.
En última instancia, esto es justo lo que está mal en el beisbol: solo unos cuantos equipos saben cómo desarrollar y crear jugadores estrella. Todos los demás gastan cantidades exorbitantes de dinero tratando de comprarlos.
Por si no han estado poniendo atención, desde que los Braves ganaron la Serie Mundial el 2 de noviembre, los equipos de la División Oeste de la Liga Americana que competirán con los A’s han estado gastando una fortuna:
- los Rangers firmaron un total de $561 millones en contratos con Corey Seager, Marcus Semien, Kole Calhoun y Jon Gray;
- los Mariners gastaron $115 millones en Robbie Ray;
- los Angels gastaron $45 millones en Noah Syndergaard, Michael Lorenzen y Aaron Loup; y
- los Astros gastaron $42 millones en Justin Verlander y Hector Neris.
Ni Angels ni Rangers tienen suficiente picheo, Mariners tiene cero ofensiva, y los Astros perderán a Carlos Correa después de haber perdido jugadores clave dentro de su bullpen.
Todo esto es para decirles que, en una plantilla de 26 hombres, todos los jugadores son importantes en la MLB.
Varios de estos equipos serían más inteligentes si gastaran algunos centavos en desarrollar a los jugadores jóvenes y en rehabilitar a los veteranos con potencial, en lugar de gastar millones en seleccionar a unos cuantos.
Artículo traducido por Ana Lucía Toledo
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