Las cosas se están poniendo difíciles para que Ecuador vaya al Mundial de Qatar 2022. Pero, honestamente, se lo merecen.

¿Qué está pasando?

Chile metió una queja oficial con la FIFA donde alega que Ecuador llamó a jugar a Byron Castillo, quien resultó clave en algunos de los triunfos de la selección ecuatoriana. El conflicto yace en que Castillo no es ecuatoriano y por lo tanto no tendría permitido jugar con esta selección.

Y no fue un partido. Fueron varios. ¡Castillo tuvo apariciones en ocho partidos! Para la Federación de Chile, que quedó fuera de Qatar, esto fue demasiado.

Como respuesta, la FIFA ha abierto una investigación formal, en la cual se revisan los documentos con los cuales Ecuador alega que Castillo es Ecuatoriano. El problema es que estos documentos parecen ser falsificados lo que dejaría a Castillo como un ciudadano únicamente colombiano.

“Las investigaciones realizadas en Ecuador, entre ellas, un informe jurídico de la Dirección Nacional de Registro Civil, declararon la existencia de inconsistencias en el certificado de nacimiento presentado por el jugador”, decretó la Federación de Chile, además de que acusó a la Federación Ecuatoriana de tener “total conocimiento” de las irregularidades.

Si la FIFA castiga a Ecuador restándole puntos clasificatorios, el país sudamericano podría quedar fuera del Mundial, abriendo las puertas a Perú, que va por la repesca, y a Chile, que quedó fuera.

Honestamente, Ecuador merece quedar fuera si llegó aquí con trampas.

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Vergüenza es lo único que debería de sentir la selección estadounidense de su último triunfo 3-0 ante Honduras en las eliminatorias rumbo a Qatar 2022.

Desde antes de que se llevara a cabo el partido que se celebró el pasado 2 de febrero en Minnesota, el director técnico de Honduras ‘Bolillo’ Gómez reclamó que el partido iba en contra de las reglas de seguridad ya que la temperatura que les esperaba era de -2ºF (-18ºC). Con tales condiciones climáticas, los futbolistas sufrían el riesgo de hipotermia.

Y eso fue justamente lo que sucedió. Durante el partido, dos jugadores de Honduras tuvieron que salir al medio tiempo debido a hipotermia. Otros cuantos de los sudamericanos necesitaron intravenosas para recuperarse del frío que sufrieron.

La condiciones climáticas eran igualmente riesgos para ambos equipos. Sin embargo, provenientes de un país de temperaturas caribeñas, el choque era aún más fuerte para los hondureños. Además, la selección estadounidense se concentra en Chicago y frecuentemente viaja a Canadá para los entrenamientos. Para ellos el frío no es nada nuevo.

Por supuesto que la elección del lugar del juego no fue casualidad. Los entrenadores de Estados Unidos reconocieron que jugar en ciudades especialmente frías es una vieja táctica de la selección para tener una ventaja sobre sus competidores.

Por si esto no fuera ya suficientemente vergonzoso. ¿Para qué necesitaba Estados Unidos la ventaja del frío ante una selección que lleva 0 partidos ganados. Esto fue pura mala onda.

Para sentir pena, la verdad.

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