Los Pumas han anunciado a Miguel Mejía Barón como el nuevo vicepresidente deportivo de la institución, pero no llega a reemplazar a Jesús Ramírez pues su cargo era un peldaño más arriba, presidente.
Mejía Barón regresa a casa tras haberse mantenido durante muchos años en el futbol estudiantil en Monterrey, después el Tuca lo invitó a ser asesor en su llegada a Tigres y finalmente con un puesto oficial en la institución regiomontana como parte del cuerpo técnico de Ferreti donde duró cinco años.
El ingeniero Leopoldo Silva, presidente del club, designó al doctor Miguel Mejía Barón como nuevo vicepresidente deportivo de la institución.#SoyDePumas pic.twitter.com/5rmxohkuev
— PUMAS (@PumasMX) September 7, 2021
El anuncio de la directiva felina vino a través de un comunicado en Twitter donde además de presentar a Miguel Mejía Barón, ratificaron de alguna forma a Leopoldo Silva como presidente del club pues hasta en dos ocasiones fue mencionado con nombre y cargo para que quede muy claro.
¿Es realmente el cambio que necesita Pumas?
Desafortunadamente no, Pumas es como un coche descompuesto y la llegada del doctor Mejía Barón es solo un cambio de llantas para el equipo.
No es todo lo que necesita Pumas, una persona no puede modificar un sistema que escupe corrupción con poca transparencia y claridad en todos los ámbitos, una directiva muy oscura la del Club Universidad.
El doctor es muy querido por la afición, le dio el título a Pumas en aquella temporada 90-91 venciendo al América, pero hasta el momento de su nombramiento, días previos del partido ante Chivas en CU, ¿no será más bien una jugada planeada desde rectoría para minimizar intentos de manifestaciones masivas en Ciudad Universitaria?
Ya la afición demostró que tiene poder de convocatoria, voz y un objetivo, liberar a Pumas de directivos corruptos y ladrones que solo lucran con la institución sin ningún interés en el beneficio deportivo del equipo.
A Pumas no lo salva nadie.
Foto ESPECIAL
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