Los Pumas de la UNAM derrotaron a Cruz Azul 2-1 en la ida de las semifinales de la liga de Campeones de la Concacaf con doblete de Juan Ignacio Dinenno por Pumas y el descuento de Cristian Tabó para la máquina.
El delantero brasileño de Pumas, Diogo de Oliveira entró de cambio en la segunda mitad y aportó su empuje y garra al frente cuando el equipo necesitaba frescura en el ataque.
No pudo marcar gol pero para él, estar jugando en Pumas ya es un sueño y un giro extraordinario que dio su vida a quien hasta hace pocos años trabajó en un McDonalds por cinco meses para ayudar a su familia.
La historia de Diogo es de superación, el brasileño siempre soñó con jugar futbol pero no recibía oportunidades y la necesidad de trabajar era mucha por lo que optó por hacer otras cosas alejadas del futbol esperando un llamado.
“En Brasil hay muchos jugadores. Es muy difícil conseguir un club. Yo no conseguía y necesitaba hacer algo para ayudar a mi papás, salí para trabajar y ahí me llamó el vicepresidente de Francana. Estaba sin club y ahí ya empezó todo, me quedé trabajando cinco meses. Eso me ayudó mucho. Por eso dejo todo de mí dentro de la cancha, porque es algo que amo hacer y fue muy difícil esa fase, pero cuando me llamó fui y no pensé dos veces”, contó Diogo a Mediotiempo.
Diogo recibió la oportunidad de debutar en Brasil y posteriormente se fue cedido a Uruguay con el Colonia donde salió campeón de liga para posteriormente llegar a Pumas donde persigue los mismos objetivos.
“En el McDonald’s trabajé cinco meses. Una cosa que no conté a nadie (es que) yo llegaba a mi casa, me quedaba muy triste, cerraba la puerta de mi habitación y comenzaba a llorar porque no conseguía un club. Iba a trabajar pensando ‘no va a aparecer nada’ y eso me dolía mucho”… “Agradezco mucho a Dios por ese giro que aconteció en mi vida, tengo mucha fe en Dios. Yo no esperaba estar en Pumas, fue un giro muy grande gracias al fruto de mi trabajo dentro de la cancha”. concluyó en entrevista el brasileño.
Una increíble historia de superación y aunque el brasileño se ha ganado el cariño de la afición auriazul, con goles que significan puntos como el del pasado fin de semana ante Juárez que sirvió para romper una racha negativa de partidos sin victoria, su préstamo vence en verano y dependerá de la directiva conservarlo o no.
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