¿Qué ganan?
El pretexto es crear un mini torneo/liga con la más alta calidad futbolística a nivel mundial. El gancho es que los clubes fundadores podrán embolsarse cerca de 400 millones de dólares por equipo, más de cuatro veces lo que recibió el campeón de la Champions League en 2020.
Además, los equipos fundadores tienen control sobre quién participa en el torneo. Contrario al formato de la Champions League donde los equipos reciben puntos de acuerdo con su desempeño, la participación el Superliga está garantizada sin importar qué tan buena o mala sea la temporada de cada club.
Así que, invariablemente tendríamos a los mismos 12 equipos compitiendo por el campeonato año tras año. Aunque no se descarta que quizás más adelante se sumen algunos otros equipos más.