El Gran Premio de Austin estuvo marcado por un accidente que nos dejó los pelos de punta. En la recta del circuito, Fernando Alonso intentó rebasar a Lance Stroll de Aston Martin, quien le cerró el paso y lo mandó a volar, literalmente.
El neumático de Alonso tocó al de Stroll, lo que lo mandó a volar por el aire en lo que pudo convertirse en un terrible accidente. Para fortuna de Alonso, el monoplaza mantuvo la trayectoria sin girar en el aire, lo que permitió que regresara al suelo e incluso siguiera manejando hasta los pits.
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Aunque el accidente no pasó a mayores, el joven piloto compartió que tuvo miedo mientras su auto se elevó por el aire.
“Cuando estaba en el aire tenía un poco de miedo, porque cuando te vas hacia las vallas exteriores, pasa en la IndyCar muchas veces, haces 360 y puede ser peligroso”, detallo el español.
“Estoy contento de ya estar hablando con ustedes porque podría estar en el medical center. Desde las últimas veinte vueltas aún pensaba en el accidente, solo quería acabar la carrera hoy”, agregó.
Sabemos que en la Fórmula 1 el menor error puede terminar en catástrofe, por lo que, como Alonso, estamos aliviados de que no haya pasado a mayores el incidente.
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