El domingo Red Bull se llevó el 1-2 en el Gran Premio de España. Sin embargo, Checo Pérez tuvo que ceder el primer lugar a su compañero Max Verstappen, aún cuando se había lo ganado gracias a una gran carrera.
A los aficionados no nos pareció nada agradable este movimiento y tampoco Checo estuvo contento con la estrategia. Durante la carrera pudimos escuchar cómo el piloto de Guadalaja reclamaba a su ingeniero.
“Tenemos que hablar después”, dijo Checo a través de su radio.
Entendemos por qué se tomó esta decisión. Max Verstappen es el primer piloto de la escudería, lo que significa que a Checo le toca facilitar las cosas para que el neerlandés sume los más puntos posibles, incluso aunque esto signifique darle el paso y dejarlo pasar.
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La escudería tiene su estrategia y no queda más que seguirla, para eso contratan a sus pilotos. Sin embargo, hay que decir que Verstappen no merecía el primer lugar.
Según Chris Horner, jefe de Red Bull, la orden no solo se dio para sumar más puntos sino que era una estrategia necesaria para asegurar que sus autos no fallaran y evitar algún abandono.
“No podíamos arriesgarnos a un DNF (abandono). El problema que tuvimos, como pudimos ver con otros autos, fue que tuvimos temperaturas altísimas en el agua, el aceite y los frenos y por eso decidimos cambiar sus posiciones, las temperaturas estaban cambiando y Max tenía neumáticos más frescos. Entiendo que Checo no lo vea en el momento, pero mi responsabilidad es terminar con los dos autos en puntos”, manifestó.
“Creo que, incluso esta noche, lo entenderá. Como digo, las temperaturas estaban al rojo vivo, más allá de todos los límites que hemos visto, debido al clima cálido aquí”.
Nos suena a pretexto. Pero bueno, no nos queda más que aceptar la forma en la que terminaron las cosas y lo mismo tendrá que hacer Checo.
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