Freddie Freeman, jugador de primera base de los Atlanta Braves pensó que estaba en riesgo de morir en el punto más complicado de su lucha contra COVID-19. Durante una conferencia de prensa, el beisbolista compartió que se siente otra vez “como niño con juguete nuevo” ahora que ha podido regresar al diamante tras su experiencia.
Freeman reveló que tuvo fiebres extremadamente altas, que llegaron hasta 104.5. Contó que después de haber revisado su temperatura en la mañana y ver que estaba bien, decidió hacer su entrenamiento regular en casa, solo para después enfrentarse a esa fiebre.
“Lo más loco fue que el viernes en la mañana me desperté bañado en sudor pero el termómetro marcaba 98.2, así que no tenía fiebre esa mañana. Como no podía ir al campo porque tenía que esperar la prueba – hice algunos bateos, ejercicios y corrí dentro de mi casa y estaba perfecto. Para las 2pm empecé a caer como piedra.
…el viernes en la noche fue la noche más aterradora para mí. Llegué a 104.5 de fiebre… esa noche recé un poco, porque nunca había estado tan caliente. Mi cuerpo estaba muy, muy caliente. Así que dije ‘por favor no me lleves”, no estaba listo. Me preocupé un poco por mí esa noche”.
Afortunadamente Freeman ha dicho que ya se siente perfecto otra vez y ha sido autorizado para regresar a sus actividades beisbolísticas.
Artículo traducido por Gabriela Enríquez
[lawrence-related id=10915]