El domingo nos llevamos una gran decepción en el Gran Premio de Italia, cuando la carrera terminó con un safety car al frente. Max Verstappen ganó la carrera, aún así, el equipo de Red Bull y las demás escuderías están molestas como cómo se dieron las cosas.
El centro del problema fue el monoplaza de Daniel Ricciardo, que quedó varado en la pista. Los organizadores no lograban sacar el auto de la pista, pero al mismo tiempo consideraron que no estorbaba tanto como para sacar bandera roja. Esto evitó que la carrera se pusiera en pausa y llevó a un final extraño.
Aficionados y pilotos reaccionaron molestos ante la decisión de la FIA. Básicamente nos quitaron la emoción de un esperado cierre de carrera.
Ante las críticas y molestias, la FIA compartió un comunicado, aclarando que simplemente se siguió con el protocolo establecido para estas situaciones.
“Aunque se hizo todo lo posible para recuperar el coche número 3 rápidamente y reanudar la carrera, la situación se desarrolló y los comisarios no pudieron poner el coche en punto muerto y empujarlo hacia la vía de escape.
La seguridad de la operación de recuperación es nuestra única prioridad; el incidente no fue lo suficientemente significativo como para requerir una bandera roja. La carrera terminó bajo coche de seguridad siguiendo los procedimientos acordados entre la FIA y todos los competidores”, indicó la organización de acuerdo con RacingNews365.
Christian Horner, director de Red Bull, compartió que este protocolo se ha discutido varias veces de manera interna, donde la escudería busca que se proponga otro tipo de solución ante situaciones similares para que no terminen las carreras como lo vimos ayer.
La FIA necesita escuchar las peticiones y tener un mejor plan de acción para estos extraños casos. Sin duda el GP de Italia será la mancha en la temporada 2022 de la F1.
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