Este fin de semana todo el peso de Red Bull recae sobre Checo Pérez para el Gran Premio de Rusia.
Después del accidente entre Max Verstappen y Lewis Hamilton en el GP de Italia, el neerlandés empezaría rezagado por castigo, por lo que Red Bull decidió aprovechar la situación para cambiarle el motor a su piloto estrella. Con esto, Vertappen arrancará en último lugar, dejando cualquier posibilidad de podio sobre Checo.
El piloto mexicano ha tenido buenas recuperaciones en los días de carrera. Sus dificultades más grandes las hemos visto en las cualis, donde simplemente no logra posicionarse en un buen lugar de arranque.
Si Checo no aprieta este sábado, nuevamente lo veremos recuperando posiciones sin alcanzar el podio.
La presión crece para el mexicano, quien ya tiene una temporada más confirmada con Red Bull.
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