El tenista Novak Djokovic ha estado en el ojo del huracán en fechas recientes por su controvertida deportación de Australia, país donde el serbio pretendía conseguir su Grand Slam número 21 en el Open que se desarrolla en estos momentos.
La razón, su postura antivacunas que lo ha convertido en un portavoz de los habitantes de este planeta que consideran innecesaria la inmunización vía vacunas cuando existen métodos alternativos.
Pues Djokovic se ha comprometido en serio con al causa y realizó una inversión de la que se desconocen las cifras pero que lo convirtió en dueño del 80% de QuantBioRes, una empresa danesa de biotecnología que busca desarrollar un tratamiento médico contra el Covid-19.
La empresa cuenta con 11 investigadores en Dinamarca, Australia y Eslovenia que se encuentran trabajando en un tratamiento, no en una vacuna. Así lo dijo Ivan Loncarevic, director general de QuantBioRes para Reuters.
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