Durante el fin de semana, el receptor de los Green Bay Packers Devin Funchess utilizó una grosería racista para describir la forma en que los ojos de los reporteros se hacían pequeños cuando sonríen utilizando mascarillas.
El rechazo fue veloz y resonó. Funchess se disculpó horas después. El domingo el general manager de los Packers llamó el comentario “muy inaceptable”.
Eso es como debería de ser. Insultos que se basan en estereotipos racistas son dehumanizantes y afectan. Hemos llegado a un lugar en el que esto generalmente se entiende y se acepta. Pero aún no es suficiente. Pero, es una especie de progreso.
Tenemos que llegar al mismo lugar cuando se trata de personas esparciendo desinformación acerca de la vacuna contra COVID-19.
A 18 meses del inicio de la pandemia, demasiados alrededor de los deportes son incapaces de criticar la retórica anti vacuna que ha permitido que COVID-19 vuelva a ganar terreno, amenazando con enviarnos a otro otoño e invierno de incertidumbre. ¿Por qué los equipos de deportes, y nosotros, los perdiodistas que los cubrimos, son incapaces o indispuestos a condenar las afirmaciones que afectan la seguridad y efectividad de una vacuna que debería de estar salvando más vidas de lo que hace?
Esta generalmente sería la parte en esta columna en la que aparecería una lista de atletas que han expresado reticencia, o desdén, contra la vacuna de coronavirus. Pero, viendo que el punto de la columna es que no vale la pena enlistar a esas personas, saltémonos esa parte para mejor deconstruir el sinsentido que han utilizado para justificar su postura.
Cole Beasley ha dicho que necesita más información sobre la vacuna. Eso no hace sentido. No hay falta de información sobre la vacuna, ni hay escasez de datos que hablen de su efectividad y seguridad.
Cam Newton se ha reusado a responder preguntas al respecto diciendo que es una decisión “personal”. Lamar Jackson, quien ya tuvo coronavirus dos veces, continúa diciendo lo mismo. Pero claro que vacunarse contra un virus que se contagia de cuerpo a cuerpo no tiene nada de persona. En realidad concierne bastante al público, especialmente desde que atletas de fama mundial tienen gran influencia. Newton y Jackson son enormemente populares en partes de Estados Unidos donde la recencia ante la vacuna ha permitido que el coronavirus florezca nuevamente. Podrían alzar la voz y hacer una diferencia.
Ponerse la vacuna contra COVID-19 hace que una persona tenga menor probabilidad de contagiarse de COVID-19. Y en los casos en que una persona vacunada se contagia de COVID-19, tienen menos probabilidades de requerir hospitalización, de esta forma reducen la carga en un sistema médico que ha estado bajo asedio por un año y medio.
Today, the 5 most vaccinated states (14M people) had
580 people in hospital, 12 deaths
In the 5 least vaccinated states (16M people)?
6,600 hospitalized, 104 deaths
Per capita , least vaccinated states have
10X hospitalizations and 7X deaths
So yeah, vaccines are working
— Ashish K. Jha, MD, MPH (@ashishkjha) August 10, 2021
Traducción: Hoy, los 5 estados más vacunados (14 millones de personas) tenían 580 personas en el hospital, 12 muertes ¿En los 5 estados menos vacunados (16 millones de personas)? 6.600 hospitalizados, 104 muertes Per cápita, los estados menos vacunados tienen 10 veces más hospitalizaciones y 7 veces más muertes. Así que sí, las vacunas están funcionando.
Los atletas también ha alegado que necesitan hacer “su propia investigación” acerca de la vacuna. Y mientras que es verdad que debido a su estatus y riqueza tienen acceso a información que el resto de nosotros no tenemos, definitivamente parece que lo más que hacen es buscar información que se ajusta a su propia opinión preexistente para justificar su decisión.
Si cualquiera de los atletas que utilizan sus plataformas públicas para generar dudas sobre la vacuna tiene información relevante para sostener su opinión, deberían compartirla. De otro modo, deberían dejar de pretender que la información que encuentran en redes sociales cuenta como “investigación” o para “formar su propia opinión”.
Equipos y ligas también necesitan dejar de pretender que hay un área gris aquí. Como escribió mi colega Henry McKenna, los New England Patriots parecen haber borrado una discusión a propósito acerca de la vacuna en una reciente rueda de prensa, según esto para evitar que la conversación lastimara la química de los jugadores o algo así.
Solo que, no hay discusión. La vacuna funciona. A menos de que tengan ciertas condiciones, las personas deberían ponérsela. No hay más.
En el pasado he aplaudido atletas por alzar la voz sobre temas de extracancha, incluyendo a Newton y LeBron James (quien también ha sido misterioso respecto a su estatus de vacunación). Y aún lo creo. Excepto cuando se trata de la vacuna contra COVID-19. Sobre eso esto está claro: Es segura, funciona y es nuestra mejor oportunidad de regresar a algo que parezca normal.
Atletas pasan más tiempor que la mayoría de nosotros pensando sobre el funcionamiento de su cuerpo y lo que entra en él, así que quizás sea natural que sean más reticentes a la vacuna. También pasan mucho tiempo con micrófonos frente a ellos, así que quiza´s sea natural que piensen que usualmente tienen algo interesante qué decir. Pero ya no hay razones para duda, y no hay una causa válida para la equivocación.
A favor de la NFL, lo entiendo (probablemente porque depende de ello) y ha imouesto reglas para poner presión y que los jugadores se vacunen. Pero es hora de avanzar: Atletas que ensucioan la discusión sobre la vacuna deberían ser ignorados (o cancelados, sacados de sus plataformas o el término que sea correcto hoy en día) porque lo que están diciendo no tiene bases y está haciendo daño al país donde los casos y las muertes se han disparado y eventos del otoño se están cancelando.
Es hora. Nadie necesita más información. Esta decisón no es personal. La investigación se ha realizado por personas que realmente se dedican a ello. Quien diga lo contrario a estas alturas está haciendo un daño real y debería ser tratado como tal.
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