La FIFA fue muy dadivosa con México cuando redujo el castigo de dos a un partido sin aficionados para la selección de futbol. De esta forma, el juego de clasificación de este jueves del Tri ante Canadá se jugará con aficionados en las gradas del Estadio Azteca.
Sin embargo, a México realmente le convendría siempre jugar a puertas cerradas. La Federación Mexicana de Futbol no se cansa de hacer esfuerzos por pedir a sus aficionados que dejen a un lado el grito homofóbico que ha caracterizado a la selección cada que el portero del equipo oponente despeja.
Aún así, el grito se vuelve a escuchar una y otra vez en diferentes partidos donde hay aficionados mexicanos presentes.
La FIFA ya ha cobrado miles de dólares en castigos a México. Está claro que estas sanciones tienen poco efecto por lo que el siguiente paso sería tomar medidas que afecten directamente al Tri en el ámbito deportivo (y ya no en el económico).
Según información del periodista Rafa Ramos, de ESPN, la FIFA pasará a quitarle puntos a México si los aficionados no se comportan. “Si el grito se presenta nuevamente ante Canadá y Honduras, este jueves y el próximo domingo, la sanción de FIFA tomaría un rumbo drástico: quitar puntos. De tres en tres”, declaró Ramos.
Este castigo va en serio y estamos seguros que muchos aficionados no están al tanto. Desde las tribunas, se vuelve fácil gritar lo que a uno le viene en gana. No hay consecuencias directas. Es más, puedes entrar al estadio con un arma y tumbar las tribunas sin recibir castigo. ¿Cómo esperan que se tome en serio un castigo ante un grito?
Aunque los aficionados crean el ambiente y se vuelven una fuente de ánimos y apoyo para los equipos, con el tema del grito homofóbico, para México la afición es un riesgo. En este contexto, más le convendría al Tri seguir jugando a puertas cerradas, al menos mientras no logre controlar a sus seguidores.
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