Podemos decir que Tiger Woods es un hombre con suerte. Aunque el golfista tuvo un aparatoso accidente hace poco más de un mes, que lo dejó con una cirugía de pie y pierna que le tomará meses de terapia para recuperarse, la realidad es que por la magnitud del choque automovilístico fácil le pudo haber costado la vida.
Ahora, finalmente conocemos la causa del choque y la realidad es que toda la responsabilidad recae en Woods. Definitivamente el accidente pudo haber sido evitado.
Según reportes, el golfista conducía a 65 km/h POR ENCIMA del límite de velocidad. El tramo que conducía en Los Ángeles tiene un límite de velocidad de 45 millas/h (75 km/h) y Woods volaba a 83 millas/h (133 km/h), lo que provocó un descontrol del auto en un terrible accidente.
No sabemos qué distrajo a Woods para que perdiera el control, pero sin duda la velocidad a la que iba fue clave para terminar en desastre. Por lo mismo, el Departamento del Sheriff de Los Ángeles determinó como causa determinante del accidente el exceso de velocidad.
Lo más importante es que el accidente pudo haberse evitado fácilmente. Simplemente hacía falta que Woods cumpliera con el límite de velocidad de la zona. Para eso está ahí.
Foto de portada Rob Schumacher-USA TODAY Sports
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