Desde hace varios años ya, se habla acerca de los pagos injustos que reciben los peleadores de arte marciales mixtas que participan en la franquicia de UFC. El principal freno en cambiar el modelo de compensación ha sido Dana White, fundador y presidente de la UFC.
En una reciente entrevista con GQ, White reiteró que mientras él lleve las riendas de la institución, no veremos aumentos salariales relevantes.
Los peleadores reclaman que su modelo de pagos esté tan alejado de lo que vemos en el mundo del boxeo, donde las bolsas son millonarias. Mientras tanto, en la UFC los peleadores apenas se llevan alrededor del 20% de las ganancias que haga la UFC la noche de la pelea.
Para contextualizar, en otras ligas como la NFL, la NBA y la MLB, la repartición de ganancias es de un 50% para la institución y un 50 para los jugadores. Claro que esas ligas están sindicalizadas, algo que no sucede en la UFC.
White considera que es justamente el modelo de compensación que ha arruinado el boxeo y que mientras él esté al mando no habrá aumentos ya que los peleadores “reciben lo que se supone que deberían de recibir”.
“Eso nunca sucederá mientras yo esté aquí. Créanme, estos chicos reciben lo que deberían de recibir. Cosechan lo que siembran. Reciben un porcentaje de lo que compra el pago por evento. Y el dinero se distribuye entre todos los jugadores”, detalló White a GQ.
Las críticas seguirán llegando en contra de White. Pero por lo pronto, no parece que alguien pueda cambiar su opinión ni hacer que cambie de estrategia, al menos no en el futuro cercano.
Esto solo significa que mientras la UFC se sigue enriqueciendo, los peleadores siguen sin ganar más y lo único que crece es su enojo y frustración. La pregunta es: ¿hasta dónde están dispuestos a tolerar este modelo?
Dana White se ha convertido en el peor enemigo del bienestar económico de los peleadores de la UFC.