Todos los ciclos llegan a un fin y ahora le tocó a Marcelo Vieira. El lateral del Real Madrid se despidió del equipo que lo vio jugar durante 16 años, después de que lo fichara con tan solo 18 años de edad.
Con tal historia con los Merengues, no podíamos esperar menos de una llegadora despedida en la que rodaron las lágrimas en abundancia.
“Es difícil dejar el club de tu vida tras 16 años, muchas alegrías, sufrimientos, dolores, entrenamientos… Dando todo por el club. No es una queja, haría lo mismo otra vez. Ponerse esta camiseta es algo muy bonito. Estoy muy contento conmigo mismo. Mi familia está muy orgullosa de mí. No hay problemas de cara al futuro“, dijo Marcelo.
Si eso no los conmovió lo suficiente, Marcelo dedicó unas palabras adicionales a su abuelo, a quien, según él, le debe la carrera como futbolista profesional:
“Todo lo que conseguí ha sido en parte por él. Él me llevaba a entrenar, apostó por mí, me dejó libre para elegir lo que quería. Esto me hizo crecer y madurar antes de lo normal“.
Y, cuando en la rueda de prensa le preguntaron qué es lo que Marcelo le deja al Real Madrid, su respuesta nos encantó:
“Humildad, saber dónde estás, he hablado mucho con mi familia y les digo que he ganado cinco Champions, y jugué cuatro finales. La última no la jugué, y fue en la que más importante me sentí. Pero charlas con los chavales, abrazarnos, cuando quedaban dos minutos. Eso es lo que quiero dejar. Algo interno, que los jóvenes entiendan que todo es posible. Es mucho mejor de lo que crees“.
Y no se preocupen, Marcelo aseguró que esto no forzosamente es un hasta nunca. Se va con la cabeza en alto y una gran relación que, si se dieran las cosas, sin duda volvería a jugar con los Merengues.
¡No estoy llorando, tú estás llorando!
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