El basquetbol de la NBA está por regresar. Pero cuesta emocionarse por el regreso de la liga cuando los efectos secundarios del nuevo plan de la liga frente a la pandemia significa que la temporada 2020-21 pondrá indudablemente el bienestar de los jugadores en riesgo.
El general manager de los Atlanta Hawks Travis Schlenk dijo a reporteros en una conferencia telefónica el martes que el calendario del próximo año podría condensarse para mantener la liga tan acercada a su programa de temporada regular como sea posible, de acuerdo con el reporte de Mark Medina de USA TODAY.
A pesar de tener un tiempo reducido para trabajar debido a la suspensión de la temporada 2019-20, la liga aún quiere cumplir 82 juegos en 2020-21.
Hawks GM Travis Schlenk said that NBA indicated to league GMs that next season's schedule could be condensed so that calendar is somewhat similar to normal seasons, but would still be an 82-game schedule.
— Mark Medina (@MarkG_Medina) June 9, 2020
Ese calendario condensado incluye también más juegos de ida y vuelta y más sets de cuatro juegos en períodos de cinco noches para los equipos el próximo año, a pesar de que la liga había propuesto desfases en su proceso de horarios debido a preocupaciones por lesiones en las últimas temporadas.
Schlenk said that could mean more back-to-backs and sets of four games in five nights for teams next season — things the NBA has actively tried to move away from in recent years. https://t.co/xjJ9dQFcla
— Tim Bontemps (@TimBontemps) June 9, 2020
Híjole. Esto resulta bastante penoso. Especialmente considerando que la próxima temporada está tentativamente agendada para iniciar el 1o de diciembre, menos de dos meses después de la posible fecha del juego 7 de las finales de la NBA el 12 de octubre.
Eso es un montón de basquetbol dentro de un periodo condensado de tiempo y eso representa peligro para todos los jugadores involucrados.
A eso se suma que los actuales protocolos de coronavirus de la NBA para esta temporada no parecen ser suficientemente protectores. El juego no se parará si un atleta da positivo, según reportó Adrian Wojnarowksi de ESPN.
En lugar de eso, ese jugador pasará a cuarentena por un mínimo de siete días. La liga también está considerando la posibilidad de permitir la suma de jugadores de reemplazo, al menos hasta los playoffs. Mantengan en mente que el priodo de incubación de COVID-19 es de 2 a 14 días, según la CDC.
Reporting on @SportsCenter with @DavidLloydESPN on NBA’s plans for rosters and teams left out of Orlando. pic.twitter.com/RbOATiRp5F
— Adrian Wojnarowski (@wojespn) June 8, 2020
Una cosa es que la liga tenga el regreso de jugadores y que ellos mismos se aíslen para terminar la temporada. Muchos jugadores querían hacerlo de todas formas. Otra cosa es ponerlos en riesgo de manera innecesaria. Esto es lo que es, riesgos innecesarios.
82 juegos no es un objetivo esencial de la liga, es arbitrario. Bien podrían acortar la próxima temporada y reducir el desgaste de los jugadores.
Y en cuanto a las pruebas de COVID-19, cuesta imaginar que los jugadores se sientan cómodos jugando después de que alguien con quien hayan jugado dé positivo. Parece un sistema establecido para una implosión y no ha ni comenzado.
Es fácil y completamente justo cuestionarse cuándo le importa a la NBA la seguridad de sus jugadores en medio de todo esto. Y es una pena, considerando que la liga tiene un buen récord en cuanto a seguridad de sus jugadores.
Nada es oficial todavía, el calendario de la próxima temporada aún tiene que negociarse colectivamente. Aún hay tiempo para que la liga se dé cuenta de que su plan pone de lado la salud y la seguridad. Por el bien de sus jugadores, ojalá lo noten.
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