Los Pumas han hecho de la humildad su mayor fortaleza, de los cuatro semifinalistas es el equipo con la nómina más baja.
Su posición en la tabla de de los equipos más ricos de la Liga MX es la número 14, es decir solo hay cuatro equipos con menos presupuesto que Pumas y aún así, están en semifinales.
Los pronósticos no fueron nada alentadores para los de la UNAM al principio de la temporada, su anterior técnico el español Michel se bajó del barco a dos días del arranque y Andrés Lillini llegó como emergente a sacar las primeras fechas.
Pero el argentino, que ostentaba el cargo de director de Fuerzas Básicas, le encontró la forma al plantel, cosechó el trabajo de Michel y conformó un equipo con una mentalidad inquebrantable, y vaya que los medios de comunicación se metieron con Pumas a lo largo del torneo, pues siempre se esperó su caída y no fue así, los universitarios terminaron siendo el segundo mejor equipo del torneo con serias chances de aspirar al título.
Hoy Pumas tiene a su favor en la serie semifinal estar liberado de la presión, a pesar de haber quedado en mejor lugar en la tabla que Cruz Azul, los 23 años de sequía para la máquina caen como una loza sobre la espalda de los jugadores cementeros y Pumas no, ellos han tenido un torneo formidable y lo seguirá siendo pase lo que pase en semifinales.
Con humildad y con refuerzos que llegaron cedidos o a préstamo buscando un segundo aire. Si por algo es hermoso este deporte, es porque nos ha llenado de historias a lo largo del tiempo de segundas oportunidades, del chico venciendo al grande, del humilde contra el poderoso que finalmente termina derrotando.
Pumas está a 180 minutos de escribir una historia dorada en sus libros con una generación muy comprometida con la filosofía de la institución y un grupo de jugadores orgullosos de portar la camiseta azul y oro, pelearán hasta el final, no me queda duda.
Foto portada vía @pumasmx
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