El martes por la noche nos fuimos a la cama con la noticia de que Rob Gronkowski anunció su retiro de la NFL, otra vez. Claro que recibimos la noticia con emociones. Gronk es uno de los ala cerradas más geniales que la NFL haya visto en su historia.
Thank you for everything! https://t.co/5NGbdZbW6m
— Rob Gronkowski (@RobGronkowski) June 22, 2022
Traducción: Gracias por todo.
@RobGronkowski ha sido un honor y un privilegio ser su agente durante los últimos 11 años o más. Eres el mejor en hacerlo. Tan gran jugador como eres, eres una persona aún mejor. Nunca olvidaré nuestro increíble viaje juntos. Gracias por toda la alegría que nos has dado.
Sin embargo, nos resistimos a tomar muy en serio la noticia de su (segundo) retiro. Y la culpa la tiene Tom Brady.
En primera, fue Brady quien se encargó de que Gronk saliera del retiro por primera vez, cuando le llamó para regresar a la NFL y jugar a su lado con los Buccaneers de Tampa Bay en 2020. Esto significó que el retiro de Gronk solo durara un año, después de que dejara la liga al terminar la temporada 2018.
No solo eso. Tom Brady anunció su propio retiro este año, solo para que un mes después hiciera oficial su regreso a Tampa para una temporada más.
Sabiendo que Gronk ha pasado toda su carrera al lado de Brady, y que Brady sale y entra de la liga a su gusto y también tiene la habilidad de sacar a Gronkowski de su propio retiro no podemos evitar no tomarnos muy en serio el anuncio de Gronk.
Incluso su propio promotor dijo que no negaría que queda una pequeña posibilidad de que Gronk regrese si Brady se lo vuelve a pedir.
Es una lástima. Estos son anuncios enormes que deberían de emocionarnos y alborotarnos. Pero, como lo dije antes, Brady ha logrado quitarle el misterio y la emoción a los retiros.
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